Destinos Naturales del Mundo Donde Siempre Debería ser Otoño .
Bosques, valles, parques urbanos, viñedos... La naturaleza se transforma en un festival de colores durante esta época del año. Y para disfrutarla al máximo, os proponemos 50 paraísos donde descubrir los infinitos matices y tonalidades con los que el otoño nos da la bienvenida
Bosques, valles, parques urbanos, viñedos... La naturaleza se transforma en un festival de colores durante esta época del año. Y para disfrutarla al máximo, os proponemos 50 paraísos donde descubrir los infinitos matices y tonalidades con los que el otoño nos da la bienvenida
Yosemite (EE UU): Un santuario de naturaleza
Bosques,
valles, parques urbanos, viñedos... La naturaleza se transforma en un
festival de colores durante esta época del año. Y para disfrutarla al
máximo, os proponemos 50 paraísos donde descubrir los infinitos matices y
tonalidades con los que el otoño nos da la bienvenida. Nuestro primer
destino es el Parque Nacional de Yosemite. Visitarlo en otoño tiene una
gran ventaja: evitar a las multitudes de turistas. Una forma de
disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Bosques de pinos,
cascadas, sequoias, praderas y paredes de granito forman bellos
paisajes, parajes donde el verde va dando paso a un sinfin de
tonalidades marrones.
Central Park: Otoño en Nueva York
Entre finales de octubre y principios de noviembre, Central Park se
inunda de vivos colores otoñales. Sus olmos, cipreses, hayas... otorgan
al parque un fantástico tapiz de tonalidades verdes, amarillas y rojas.
Un romántico escenario que nos hará sentir como Richard Gere y Winona
Ryder viviendo un verdadero 'Otoño en Nueva York'.
Al sur del Parque Nacional de Écrins, en los Alpes Franceses, se
encuentra el lago de Serre-Ponçon. En otoño, el azúl del lago se mezcla
con las tonalidades ocres del follaje, enmarcados por las cumbres de la
montaña y las pequeñas casas de los pintorescos pueblos alpinos.
Alta Badia (Italia): Paisajes dignos de postal
En la cordillera de las Dolomitas, en la Alta Badia italiana,
encontramos paisajes dignos de postal. El verde de los abetos y los
pinos se mezcla con el amarillo oro de los alerces y el rojo de las
hayas. Y de fondo, las imperiosas cumbres de las montañas
Templo de Kinkaku-ji (Kioto): una bella postal de otoño japonesa
Los jardines y parques de las ciudades imperiales de Japón están
especialmente hermosos en esta época del año. Un ejemplo es el Templo de
Kinkaku-ji o Pabellón de Oro, en Kioto. Construido originalmente en
1397 como villa de descanso, el templo está rodeado de un jardín Zen,
campos de flores y un estanque. Una bella postal de otoño donde las
tonalidades verdes y rojizas de las hojas combinan con el amarillo
intenso del pan de oro del templo.
La Gran Muralla China: un mirador con espectaculares paisajes
La Gran Muralla China, una de las siete maravillas del mundo, cruza
ríos, pastizales, valles, zonas boscosas y montañas como Qilian Shan. El
otoño es una de las mejores épocas para viajar a China y descubrir los
espectaculares paisajes desde los muros de esta faraónica fortaleza.
Sarek (Suecia): ni rastro de civilización
Sarek, en la Laponia sueca, es el parque nacional de mayor
superficie de toda Suecia y el más antiguo de Europa (1909). Se trata de
una tierra salvaje donde se encuentran los picos más altos de Suecia,
hermosos valles y ríos, y alrededor de cien glaciares. Un paisaje
espectacular, sobre todo a principios de otoño, lejos de la civilización
y sólo apto para fanáticos de la más pura aventura.
Gran Cañón del Colorado: pinceladas de color sobre la roca
El otoño, con sus temperaturas más moderadas, es una buena época
para visitar el Gran Cañon del Colorado y sus parques más próximos. Sus
tupidos bosques y plantas adaptadas a la aridez cambian con el paso de
las estaciones y otorgan pequeñas pinceladas de color a las gargantas de
roca creadas por el río Colorado.
Hyde Park (Londres): el esplendor del otoño en plena ciudad
Si hay un lugar en Londres donde vivir el esplendor del otoño, ese
el Hyde Park. Dividido en dos por el lago Serpentine, este Parque Real,
invita a la tranquilidad en plena vorágine de la ciudad.
Ámsterdam (Holanda): momento para plantar tulipanes.
En otoño, Holanda viste sus prados y bosques de tonalidades doradas,
un paisaje muy diferente a los vivos colores de las flores a los que
estamos acostumbrados en primavera (y no por ello menos interesante).
Las hojas amarillas de los árboles rodean los molinos de viento y se
reflejan en los canales de las ciudades holandesas. En Ámsterdam
concretamente, hay una cita importante cada otoño: la plantación de
7.000 bulbas de tulipanes en el famoso parque de Keukenhof.
Bosques de Quebec (Canadá): un viaje lleno de color
Desde finales de septiembre, ya es posible disfrutar de la explosión
de colores, perfumes y sabores otoñales que salpican los bosques de
Quebec, en Canadá. Os proponemos que cojáis el coche y emprendáis un
viaje a través de espectaculares paisajes de colores cálidos que
perdurarán hasta finales de noviembre.
La Selva Negra (Alemania): el mayor bosque de hayedos de Europa
La Selva Negra, situada al sureste de Alemania, es un lugar mágico
que ha servido de escenario para numerosos cuentos infantiles, como el
bosque de 'Blancanieves' o el de los 'Tres Cerditos'. Un lugar
fascinante que cuenta con el mayor bosque de hayedos de toda Europa. En
cualquiera de sus encantadores pueblos, el espectáculo de colores
otoñales está asegurado.
Val di Funes (Italia): un regalo para la vista
Viajamos de nuevo a la cordillera de las Dolomitas, hasta el Val di
Funes, en Italia, una de las perlas de los Alpes y un verdadero regalo
para la vista en esta época del año.
Valle de Jiuzhaigou (China): un lienzo de mil colores
Situado al norte de Sichuan, en China, encontramos la reserva
natural de Jiuzhaigou. Este valle protegido es muy visitado
especialmente en otoño por la belleza de sus bosques de tonos amarillos,
naranjas y rojizos, reflejados en numerosos espejos de agua. Paisajes
que parecen pintados por la mano de un artista.
Lago Conasauga (EE UU): la perfecta acampada otoñal
Situado en el bosque de Chattahoochee, en Georgia (EE UU), se
encuentra un hermoso lago que refleja los colores del otoño en sus
aguas. Se trata del Lago Conasauga, un paraíso rodeado de bosques
perfecto para una acampada otoñal.
Laponia sueca: naturaleza salvaje y auroras boreales
La Laponia sueca, situada en el extremo norte de Suecia, es tierra
de densos bosques vírgenes y paisajes de ensueño. Un viaje para
aventureros donde, además de disfrutar de la más salvaje naturaleza, es
posible ver auroras boreales en las noches claras de otoño.
Parque de El Retiro (Madrid): Oasis de tranquilidad
El parque más emblemático de Madrid, El Retiro, es otro lugar clave
para disfrutar del otoño. Sus fuentes y jardines, junto con su lago
central y sus palacios, componen un verdadero oasis de ocio y
tranquilidad en pleno centro de la ciudad.
Eslovenia, el tercer país con más bosques de Europa.
Con el 66% del país cubierto por vegetación, Eslovenia es el tercer
país con más bosques de Europa. A tan sólo 60 kilómetros de la capital,
Liubliana, podemos encontrar parajes vírgenes de gran belleza en esta
época del año.
Trossachs (Escocia): Tierras encantadas
Al sur de los Highlands escoceses se encuentra el Parque Nacional de
los Trossachs y el Lago Lochmon, tierra de cuentos y de héroes como Rob
Roy MacGregor. Sus frondosos bosques han servido recientemente de
inspiración a los creadores de 'El Indomable', la película de animación
de Disney y Pixar. El otoño es un momento perfecto para adentrase en
esta tierra encantada.
Neuschwanstein (Alemania): un castillo bajo los Alpes
Una de las fotografías más repetidas por los turistas que visitan
Baviera es el Castillo de Neuschwanstein, la bendita locura de Luis II.
Situado en un lugar privilegiado bajo las opulentas montañas de los
Alpes, esta fortaleza disfruta de unas vistas inmejorables de los
bosques en otoño.
Alsacia (Francia): bosques y viñedos llenos de color
En otoño, la Alsacia francesa goza de un clima muy agradable para
descubrir los diferentes matices de verdes y dorados de los bosques y
viñedos que abundan en esta región del bajo Rin.
Bosques de Maine (EE UU): festival de colores
Los bosques de Maine, al noreste de EE UU, se llenan de visitantes
en otoño para disfrutar de la variedad cromática que visten sus árboles.
Casi el 80% del territorio de Maine está cubierto de bosque. El
festival de colores continúa con los campos de arándanos y flores
silvestres.
Bosques de Normandía (Francia): Tierra de castillos
A menos de una hora de París, en pleno valle del Sena, se alzan los
frondosos bosques de Normandía. Palacios, pequeños pueblos y castillos,
como el Château de la Madeleine (en la foto), presumen de una
privilegiada situación en plena naturaleza. Un lugar perfecto para
emprender una randonee o caminata.
Parque Nacional Acadia (EE UU): diversidad con vistas al Atlántico
En la costa escarpada de Maine nace el Parque Nacional Acadia, el
primer parque al este del río Misisipi. Con vistas al océano Atlántico,
este paraje esconde una variada vegetación que va desde los bosques de
coníferas en el norte a árboles de hoja caduca en el este. Una
diversidad que pinta el paisaje de bellos colores.
En otoño, los bosques del Pirineo Navarro son para vivirlos. El
Valle de Salazar, con sus arboledas y sus imponentes gargantas de roca
talladas por el río, como Foz de Arbaiun (en la foto), avivan los cinco
sentidos.
La Toscana (Italia): viñedos dorados y bosques de hayas
En otoño, los bosques de hayas y castaños de la Toscana italiana se
llenan de pigmentos rojos y ocres. Mientras, los viñedos de sus pueblos,
como Chianti, cubren el paisaje de un tupido manto dorado.
Parque Nacional Gesäuse: el corazón verde de Austria
El mejo lugar donde disfrutar del otoño austriaco es viajando al
corazón verde del país, en el Parque Nacional de Gesäuse. Situado entre
Admont y Hieflau, el parque está marcado por el caudaloso río Enns y
flanqueado por vigorosas paredes de roca, pastos alpinos y boscosas
faldas de montaña.
Prince Edward Island (Canadá): el Jardín del Golfo
Viajamos hasta Prince Edward Island, una isla situada en el Golfo de
San Lorenzo, al norte de Nueva Escocia, en Canadá. Conocida como el
Jardín del Golfo, esta zona está llena de prados y bosques caducifolios
de arce y abedul que caprichosamente cambian sus colores durante el
otoño.
Lago Gougane Barra (Irlanda): belleza sobre las aguas.
Situado en uno de los valles más pintorescos de Irlanda, en Cork, se
encuentra el Lago de Gougane Barra. Aquí, en este lago de origen
glaciar, nace el río Lee y el primer parque natural del país. En otoño,
el colorido follaje de la orilla junto a la escasa luz de los días
otoñales, hacen que la belleza de estas aguas sea mágica.
Superior National Forest (EE UU): Otoño junto a los Grandes Lagos.
Entramos en el Superior National Forest, en Minnesota (EE UU), un
parque natural muy cerca del Lago Superior, uno de los Grandes Lagos
americanos. Aquí el bosque boreal convive con otras especies como
coníferas y árboles de hoja caduca como el arce, el álamo, el roble, el
abedul y el serbal. Cada especie pone su granito de arena para convertir
este paraje en un verdadero paraíso en otoño.
Arribes del Duero: una apuesta segura en otoño.
Viajar en otoño al Parque Natural Arribes del Duero, en las
provincias de Zamora y Salamanca, es una apuesta segura. El Duero ha ido
formando profundos precipicios por el valle donde la vegetación pinta
cada estación de diferentes tonalidades. En otoño, los arces con sus
hojas suavemente enrojecidas y los arbustos de hoja caduca del valle
(como la cornicabra o el terebinto) visten el paisaje de tonos rojizos.
Los numerosos miradores del valle permiten disfrutar de este
espectáculo.
Valle de Adigio (Italia): fortalezas entre viñedos
Al sur del Tirol, ya en tierras italianas, se encuentra el Valle de
Adigio con sus interminables hileras de viñas. Un paisaje sumamente
hermoso en otoño donde los pueblos rurales se mezclan con antiguas
fortalezas que dominan el valle, como el Castel de Tirolo (en la foto).
Arashiyama (Kioto): un paseo entre bosques de bambú
Otro lugar de obligada visita en Kioto durante esta época del año
son las colinas de Arashiyama. Durante el periodo Heian (794-1192), fue
el destino favorito para los paseos de la corte imperial. Parte de su
belleza proviene de sus bosques de bambú y sus arces de hojas
enrojecidas. Un escenario natural donde se asientan templos de la
filosofía Zen, como el Templo Tenryu-Ji, famoso por sus jardines y su
estanque.
Monte Stophanberch (Francia): otoño en Alsacia
Un lugar que no nos podemos perder si visitamos este otoño la región
francesa de la Alsacia, es el Monte Stophanberch, en la Cordillera de
los Vosgos. Un paisaje de gran belleza en cuya cima se alza el Castillo
de Haut-Koenigsbourg, rodeado de una frondosa vegetación que muda sus
colores en esta época del año.
Loch Tummel (Escocia): entre bosques encantados
Uno de los miradores más famosos de toda Escocia es el Queens View,
al norte de Edimburgo. Su fama es bien merecida. Sus vistas sobre el
Lago Tummel y las montañas que lo rodean son espectaculares. Muy cerca
de aquí, en el pueblo de Pitlochry, se celebra en octubre el espectáculo
de luz y sonido conocido como el Bosque Encantado que atrae a miles de
visitantes.
Montes Huangshan (China): Las montañas de Avatar
Situado al sur de la provincia de Anhui, en China, se encuentran los
Montes Huangshan, una cadena de montañas cuyo parecido con las colinas
flotantes de Avatar es innegable. Esta región es famosa por sus bellos
amaneceres y sus laderas llenas de pinares. El otoño es temporada alta
en Huangshan, época en la que el cielo azul contrasta con los arces
rojos ofreciendo magníficos paisajes.
Valle de Montafon (Austria): senderismo alpino
Antes de que los primeros copos de nieve caigan sobre el Valle de
Montafon, merece la pena adentrarse en esta bella región de los alpes
austriacos. Es ahora, durante los meses otoñales, cuando es posible
disfrutar de los senderos que recorren el valle y las montañas aledañas.
Aspen (EE UU): Tierra de álamos temblones.
En el estado de Colorado (EE UU), existe un lugar muy peculiar donde
disfrutar los colores del otoño: Aspen. Esta localidad debe su nombre a
la abundancia de álamos temblones que existen en la zona y que otorgan
un intenso color amarillo a sus bosques.
Valle de Arán (Lleida): un lugar mágico para vivir el otoño.
El Valle de Arán, en los Pirineos de Lleida, es otro de los lugares
de nuestra geografia que invita a vivir un otoño mágico donde la
naturaleza despliega sus mejores galas.
Estrie (Canadá): un otoño inolvidable
Viajamos a los bosques de Quebec, en Canadá, para vivir un otoño
intenso e inolvidable en uno de sus encantadores pueblos: Estrie. Aquí
el follaje de la vegetación convive en equilibrio con construcciones
como la Abadía Benedictina de Benoit du Lac.
Las Highlands (Escocia): un otoño de ensueño
Son muchos los rincones dentro de las Highlands escocesas donde
descubrir la belleza de un otoño de ensueño. Elegimos el Lago Chon,
cerca de Aberfoyle, donde la interminable gama de colores ocres, dorados
y verdes de la vegetación se refleja en sus aguas.
Río Wenatchee (EE UU): Un paraíso natural lleno de vida.
Por su paso por el Cañón Tumwater, el río Wenatchee, en el estado de
Washington, deja tras de sí un paraje típico de postal de colores
rojizos, ocres y amarillos. Un paraíso natural lleno de vida.
Parque Nacional de Plitvice (Croacia): un otoño entre lagos.
El Parque Nacional de Plitvice es una oportunidad inigualable de
vivir un otoño mágico en Croacia. Se trata de un hábitat natural con 16
lagos conectados entre sí por innumerables cascadas. Entre su vegetación
abundan espesos bosques de hayas, abetos y pinos. En total, el parque
cuenta con 30.000 hectáreas de las que 22.000 son de bosques y 8.000 de
agua.
Bosques de Galicia: hermosa policromia
Los bosques gallegos ofrecen ese idílico paraje otoñal buscado por
fotógrafos expertos y visitantes esporádicos. Una hermosa policromia que
comienza en un verde que se degrada hasta alcanzar el ocre de las hojas
caídas y que abraza las pequeñas aldeas gallegas, como Campodola
Phoenix Park (Dublín): El mayor parque urbano de Europa
Los dublineses tienen la suerte de disfrutar, a tan sólo tres
kilometros de Dublin, del parque urbano más grande de Europa: Phoenix
Park. Un lugar perfecto para pasar el otoño entre sus extensas zonas
verdes y avenidas de árboles en hilera. Las dimensiones de este parque
superan al famoso Hyde Park de Londres y al Central Park de Nueva York.
Parque Nacional de Forillon (Canadá): horizonte de colores
Situado en el punto más oriental de la península de Gaspé, en
Québec, se encuentra el Parque Nacional de Forillon, un lugar donde las
montañas caen al mar formando abruptos acantilados. Su vegetación es
todo un espectáculo en otoño, un festival de colores que se pierde por
el horizonte.
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